Hace dos semanas comenzó la toma de colegios por parte de sus estudiantes en la Capital Federal. Dichas tomas, decididas mediante asambleas en cada uno de los colegio, fueron tomas populares gracias a la organización de los estudiantes. Los centros de estudiantes tuvieron aquí papel legítimo y protagónico.
La desastrosa situación de los colegios y de la educación pública en general, sumado al menos precio de los insistentes reclamos del estudiantado y la juventud por parte de gobiernos como el de Macri y los anteriores a él que se niegan a escuchar a la población, fueron las causas y los motivos por los cuales se iniciaron las tomas de escuelas. La falta de becas, recorte presupuestario educativo, problemas edilicios (paredes electrificadas y con revoque caído, techos que se llueven y que incluso se caen), malas condiciones de las viandas de comida y hasta en algunos casos la presencia de ratas, son algunas de las “novedades” que se han difundido estas semanas gracias a la protesta estudiantil.
La metodología utilizada por los estudiantes, indiscutiblemente acertada, dio sus frutos rápidamente tomando vuelo y difusión. Las tomas de colegios se tornaron insoslayables e inocultables incluso para los medios burgueses de desinformación que suelen silenciar todo tipo de protesta popular. Rápidamente el Ministro de Educación de la ciudad, Esteban Bullrich, se contactó con los estudiantes para concederles una reunión que por “vías legales” (entregas de petitorios a la jefatura de gobierno, idas a la justicia, defensoría del pueblo, etc.) siempre, de una manera u otra les fue negada tanto como sus demandas.
Las tomas de colegio como medida, lejos de apagarse, se incrementó contando con el apoyo de padres, y la población en si, multiplicándose en muchos colegios de la Capital Federal, demostrando así que las problemáticas no son en un colegio en particular sino que son una causa general de las políticas de vaciamiento de la educación publica.
Por parte del gobierno de Macri y de su Ministerio de Educación, no solo que se niegan, al menos hasta ahora, a solucionar y reparar las demandas del estudiantado, sino que también tienen la desvergüenza y el cinismo de amenazar con extender las clases e intentar criminalizar, por medio de la complicidad mediática, la protestas ejercidas por los alumnos llegando al extremo de pedir “listas negras” de quienes participan de las tomas de colegio y acusarlo de vandalismo. Se le agrega que además existieron acusaciones reaccionarias y fascistas del jefe de gabinete de la ciudad, Horacio Larreta, como acusar de “chavistas” a los centros de estudiantes. ¿No sería mejor reparar los colegios, cumplir con las demandas de los alumnos y solucionar sus problemas en lugar de amenazarlos y criminalizarlos?
Desde la
Juventud Guevarista (JG) declaramos nuestro incondicional y enérgico apoyo a las tomas de colegio por parte de sus estudiantes, legitimando la metodología, el modo utilizado y resaltando la farsa que constituye esta “democracia” en la cual solo son escuchadas las quejas y demandas de la minoría dominante.
A unos pocos días del aniversario de la noche de los lápices, condenamos rotundamente la criminalización de las tomas de colegio y la protesta estudiantil, el pedido de listas negras, acusaciones anticomunistas, y las amenazas disciplinarias por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Incentivamos y llamamos al estudiantado y a la juventud a la lucha por una mejor educación, una educación digna, a la protesta, al reclamo, a la actividad militante y a la organización de los millones de estudiantes que sufren adversidades similares o peores a las de capital federal.
Creemos que el mejor apoyo que se puede dar ante esta lucha es multiplicando y reproduciéndola con lucha y organización en los distintos puntos del pais.
El CAMINO SIGUE SIENDO LA ORGANIZACION Y LA LUCHA!!!